Gorro Relajante Antimigraña

Entre el trabajo, los niños, la casa, ya casi no me queda tiempo ni para respirar. Cuando me da migraña, siento que me va a estallar la cabeza. Este gorro es mi salvación. Me lo pongo 10 minutos mientras los niños ven tele y el dolor baja. Es silencioso, cómodo y no me deja congelada. Es mi mini spa en medio del caos.

Tomaba pastillas para el dolor, pero me daban acidez y mareo. Mi hija me regaló este gorro y pensé que era una bobada. Pero el primer día que me dolió la cabeza, me lo puse y me dormí. Me levanté sin dolor. Ahora lo tengo siempre en el congelador, y cada vez que me empieza el dolor, me lo pongo un rato. Es un alivio limpio, sin efectos raros.

Mi mamá tiene 67 años y sufre de migrañas desde hace décadas. Ya casi no salía de casa del miedo a que le diera una crisis en la calle. Le compré este gorro sin decirle mucho, solo le pedí que lo probara. Ahora lo usa todos los días. Dice que siente el alivio apenas se lo pone, que por fin puede descansar sin mareos. Volver a verla tranquila no tiene precio.

Siempre veía a mi amiga usándolo y pensé que era exagerada. Hasta que me dio una migraña tan fuerte que acepté probarlo. Fue impresionante. El frío es intenso pero reconfortante. Me bajó el dolor rápido, sin mareo, sin pastillas. Lo pedí al día siguiente. No exagero: este gorro me cambió la forma de sobrellevar el dolor.

Antes, cuando me dolía la cabeza, no soportaba ni que me hablaran. El dolor me ponía insoportable. Ahora, apenas siento que va a empezar, me pongo el gorro y en 10 minutos soy otra persona. Mi esposo dice que este invento salvó nuestro matrimonio (y creo que tiene razón).